Aprender cómo comenzar un negocio de la tapicería es el perfecto trabajo de medio tiempo para un empresario que disfruta de trabajar con la tela para decorar un mueble. La tapicería se aplica a cualquier tipo de tejido utilizado para cubrir las sillas y sofás, así como asientos y otras superficies de los barcos, automóviles y aviones.
Usted necesita un área de taller lo suficientemente grande como para trabajar en varias piezas de mobiliario de forma simultánea. Usted también necesitará algunas herramientas especiales y equipos, así como un stock de suministros de uso común.
Este es el negocio ideal para quien tiene facilidad con los trabajos manuales o, en su defecto, tiene la habilidad de poder supervisarlos cuando otra persona los realiza.
REQUISITOS.
Realizar los trámites legales correspondientes para abrir la empresa; Asegurarse contra accidentes laborales, contar con personal que te ayude, en especial en los retiros y entregas a domicilio, contar con una máquina de coser, tijeras bien afiladas, muchos carretes de hilo y toda la creatividad para trabajar en base a pedidos de clientes.
FORMACIÓN.
Si le apetece ganarse la vida con la restauración y el reciclaje de muebles y no cuenta con la formación adecuada, no se preocupe. En tan sólo un año y con mucha práctica, podrá encontrarse preparado para trabajar en su propio taller. Existen diversas escuelas privadas que ofrecen cursos de restauración en los que los alumnos aprenden a desenvolverse con los muebles. Junto a los conocimientos generales, es imprescindible adquirir alguna especialización en estilos, épocas, técnicas o peculiaridades del mueble para hacerse un hueco en el mercado con más facilidad.
EL PRODUCTO O SERVICIO:
Principales actividades que suelen desarrollar:
- Fabricación: Se trata de elaborar todo tipo de muebles tapizados; sofás, sillones, sillas, cabeceros, etc; tanto en modelos con medidas estandarizadas como en medidas especiales. Además, se le debe dar al cliente la posibilidad de elegir entre una amplia gama de tejidos. Se trata, pues, de un trabajo minucioso de fabricación artesanal.
- Restauración: Supone el arreglo del mobiliario tapizado, ya sea rehabilitando cualquier problema que tenga el tapizado, o, directamente, cambiándoselo por uno nuevo, lo que se llama el retapizado. Este proceso se lleva a cabo con las mismas técnicas utilizadas en el pasado, es decir, se restauran muelles, se cambia la arpillera, se repone la crin y se tapiza con distintos tipos de tela, realizándose por profesionales artesanos que ejecutan las operaciones manualmente.
EL MERCADO.
En el sector de la tapicería y la decoración cobran especial importancia las ferias temáticas dedicadas a esta parcela de mercado. Así, la feria Decosit de Bruselas, es el principal certamen del sector de la tapicería y de la decoración y atrae a los principales compradores mundiales del producto.
La tapicería en el sector del mueble siempre se ha considerado un mercado de estilo tradicional. Sin embargo, los datos revelan que las tendencias han cambiado en los últimos años dando paso a los tejidos más modernos.
En cuanto a la forma de competir dentro del sector y hacer frente a la Gran Distribución (grandes tiendas especializadas, hipermercados, almacenes de descuento especializados, grupos de compradores, etc.), se espera que continúen las tendencias más recientes consistentes en la búsqueda y mantenimiento de la calidad de los productos por parte del comercio artesano como arma estratégica para lograr diferenciación dentro de este sector.
LA CLIENTELA.
El cliente al que va dirigido este negocio no tiene un perfil definido ya que puede ser, desde una persona que desea tapizar los sillones viejos, hasta jóvenes que van a instalarse en un nuevo piso y lo van a decorar, es decir, toda persona que desea o que necesita realizar una inversión en la decoración de su hogar.
PUBLICIDAD.
Cuando tenga equipado el taller, sólo le faltará ofrecer sus servicios. En principio, comenzará la actividad con encargos de familiares, amigos y conocidos. La mejor propaganda es el ‘boca a boca’. Si usted ha trabajado bien y con unos precios ajustados, muy pronto le empezará a llover la clientela. La publicidad en medios de comunicación o el buzoneo le requerirán una inversión elevada. Quizás lo más aconsejable, al principio, sea acudir a ferias especializadas del sector, tiendas de antigüedades o establecimientos de muebles, que siempre son fuentes inagotables de clientela. El servicio que preste al cliente es fundamental para que su clientela se vaya afianzando. Una vez que haya recibido el encargo, es aconsejable visitar la casa del cliente para obtener pistas de cómo le gustan los muebles. Si ha sabido observar bien el tipo de mobiliario que tiene, no será necesario que pregunte cómo quiere la restauración. Con la experiencia, conseguirá que su personalidad como restaurador esté en consonancia con la del propietario del mueble. En el momento de cerrar el presupuesto, tendrá que calcular las horas que empleará en la restauración.
Un taller de restauración es un negocio con futuro en el que no se requiere demasiada inversión. Lo importante es contar con los conocimientos apropiados, cierta destreza manual y el gusto por el trabajo.