Es fácil ver por qué miles de nuevas franquicias abren en todo el mundo cada año. Negocios de franquicias tienen la ventaja de llevar la cara de una conocida marca y el apoyo de una empresa de éxito. Sin embargo, a pesar de estas ventajas y la concepción popular que las franquicias son una inversión «segura» a diferencia de las pequeñas empresas tradicionales, la tasa de éxito de ambas es la misma. Incluso con el apoyo de una empresa con experiencia detrás de ti, podrás necesitar significativa inversión de capital, un montón de trabajo duro, y un sentido de negocios astuto como para obtener algún beneficio como franquiciado.
Póngase en contacto con su negocio de franquicia deseada (s)
Comience su viaje a la propiedad de la franquicia con una reunión con las empresas de franquicia que le interesan. Programar citas con los representantes de sus franquicias elegidas para aprender los requisitos para abrir su propia franquicia. Pregunte por los datos estadísticos sobre las operaciones de la franquicias y averiguar los tipos de formación, marketing y apoyo operacional al representante franquicia que puede ofrecer.
Las franquicias legítimas y responsables estarán encantadas de compartir información con usted. Tenga cuidado con las empresas que parecen reacios a revelar detalles sobre sus franquicias (tasas especialmente de éxito / fracaso) o excesivamente ansiosos de «vender» que sobre ofertas, demasiado-bueno-a-ser-verdad.
Hacer un plan de negocios
Revise toda la información que le han ofrecido por sus franquiciadores potenciales, así como su propia investigación sobre las condiciones del mercado. Incorporar esta información en un plan de negocio a fondo, bien escrito. Asegúrese de que su plan de negocios incluye los costos estimados de inversión y los retornos proyectados. La calidad y la legitimidad de su plan de negocio pueden dictar no sólo si se le permite abrir su propia franquicia, sino también si usted está aprobado para los préstamos que pueda necesitar.
Conseguir ayuda financiera profesional
Las leyes innumerables que rodean la apertura de un nuevo negocio puede ser tremendamente compleja – para los propietarios por primera vez, incluso prohibitivo. A menos que haya sazonado conocimientos jurídicos y contables, en serio pensar en conseguir un abogado y / o contador para ayudarle a revisar los detalles de su nuevo negocio. El costo asociado con la obtención de este tipo de ayuda vale la pena en el largo plazo, sobre todo si se le impide entrar en un contrato de explotación o hacer inversiones insensatas.
Elevar el capital de inversión
Si usted es independiente lo suficientemente rico para pagar por la apertura de su propia franquicia totalmente fuera de su bolsillo, usted es uno de los pocos afortunados. La mayoría de las personas necesitan algún tipo de asistencia financiera para cubrir parte de la inversión inicial de la franquicia. Presentar su plan de negocios y cualquier información relevante de los representantes de la franquicia a los bancos o inversionistas privados para mostrarles que su oportunidad de negocio es viable.
Si usted no puede obtener un préstamo de un banco o prestamistas comerciales, usted puede encontrar el éxito con un préstamo del gobierno de la Pequeña Asociación del gobierno Negocios (SBA). Estos préstamos están parcialmente garantizados por el gobierno y son vistos generalmente como de menor riesgo que los préstamos tradicionales.
Firme su contrato con el dueño de franquicia
Cuando estés seguro de que cumple con todos los requisitos para la propiedad de la franquicia y que su plan de negocios es una receta para el éxito, es posible proceder a la firma de un acuerdo vinculante con su franquiciador. Asegúrese de que su abogado revise el contrato antes de firmarlo. Si usted tiene alguna pregunta o necesita más información, asegúrese de obtener respuestas satisfactorias de los representantes de franquicia antes de aceptar cualquier cosa. Esta es otra parte del proceso durante el cual usted desea tener acceso a la experiencia de un profesional financiero. Asegúrese de que su abogado revise el contrato principal y cualesquiera otros documentos vinculantes antes de firmarlos.